La capital tiene poesía para todo aquél que atreva a alzar la vista de sus pantallas. Si le das una oportunidad, podrás ver cachitos de arte en cada calle, farola, bar e incluso al cruzar los pasos de cebra. Este fin de semana hice una escapada a Madrid con la intención de capturar todas esas obras de arte que cubren la ciudad. Ahí va un recorrido por todo lo que encontré! 😀
‘Perdona rápido, agradece lento’ ‘Me sentí astronauta perdido en sus lunares’ ‘Habitabas mi piel y me llamabas casa’.
Estos son algunos de los versos que me encontré en los pasos de cebra de la ciudad. El equipo artístico multidisciplinar Boa Mistura fue el culpable de tal genialidad. ‘Te comería a versos’, un proyecto que hicieron en Madrid y Barcelona con el fin de humanizar las ciudades: cubrieron los pasos de cebra con versos de AJO, Rayden y Leiva. Os dejo un vídeo que hicieron los chicos de Boa Mistura y que se encuentra en su web.
Los objetos cobran una segunda vida
No bastó con mirar al suelo que quisimos observar un poco más arriba. Por la noche, cuando las luces de Malasaña se encienden, el bullicio de gente aquí y allá hace de banda sonora, los contenedores salen a la calle y los mensajes que llevan consigo también. Los más famosos son los de Neorrabioso (a quien dediqué un post) pero también de autores anónimos que no pueden evitar desenfundar el rotulador y escribir unos versos a modo de grito o reivindicación. Descubrí otro poeta que suele dejar sus versos en los contenedores: Oscar Rough.
En vez de una hora feliz, una hora cultural. Escandar Algeet
Perdiéndome por Malasaña llegué a uno de los epicentros poéticos de Madrid: el Aleatorio Bar. En atravesar la puerta ya me dí cuenta de que no es un bar normal. Al suelo, una rayuela dibujada que nos recuerda a la famosa novela de Julio Cortázar. A un lado, un buzón colgado en el que pone ‘poesías y sugerencias’ con unos papeles para coger y escribir lo que al visitante le salga de dentro. Más al fondo, un pequeño escenario con luces y un atril preparado para quien salga a recitar, cantar o escenificar. En definitiva, un lugar con un ambiente y decoración que incita a curiosear.
Da gusto ver la programación cultural que hay semanalmente en el Aleatorio y el ambiente que se crea ya sea en un domingo de teatritos o en un miércoles en la sesión de micro abierto. Escandar Algeet es quien está detrás y no es casualidad, pues es uno de los grandes poetas contemporáneos que se dió a conocer a través de las redes sociales y al Bukowski Club, otro de los bares poéticos que cerró sus puertas en 2013.
Ya de vuelta a casa con las pilas bien cargadas de inspiración y poesía solo me queda prometer que volveré! Madrid es una ciudad que respira cultura y donde hay una buena concentración de poetas y lugares donde disfrutar de ellos y de su arte. ¿Habéis estado?
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