Cristina Peri Rossi: “El exilio es una patada en el culo”
En 1941 nace Cristina Peri Rossi en Montevideo, Uruguay. La que sería narradora y poeta en unos años se vio obligada en 1972 a coger un barco y dejar su país y debido al régimen dictatorial que había en Uruguay que ponía en peligro su libertad de expresión.
Se exilió en España pero se encontró con la dictadura franquista que era simpatizante y colaboradora con la uruguaya así que en 1974 se fue a París gracias a la ayuda de su amigo Julio Cortázar.
Ayer 10 de noviembre de 2021, supimos que era la nueva galardonada con el Premio Miguel de Cervantes 2021.
“La misión del exiliado es luchar contra el olvido”
Gran parte de la obra poética y narrativa de Cristina Peri gira alrededor de la soledad, la partida y el vacío que causa el exilio. Al fin y al cabo, el exilio es una nueva forma de adaptarse en el mundo, cambiar la forma de vivir, ver siempre la vida con los ojos de un extranjero. A través de la poesía y la narrativa Peri Rossi va figurando la vida, va digiriendo la realidad y sobre todo, escribiendo aquellas cosas que la gente dice bajito. Como ella misma dijo en una entrevista en El Cultural “Los poetas debemos escribir lo que la gente dice bajito”.
7 poemas de Cristina Peri Rossi que describen lo desgarrador del exilio
En sus poemarios ‘Estado de exilio‘ (2003) y ‘Descripción de un naufragio’ (1975) es donde mejor se retrata el dolor y la expresión de las emociones y sentimientos encontrados que afloran en la autora justo al llegar a Barcelona. En el prólogo de ‘Poesía reunida’, Cristina Peri cuenta que dudó antes de publicar Estado de exilio:
No hice ningún esfuerzo por publicarlos. No sólo porque posiblemente no hubieran
1. Elogio de la lengua
Me vendió un cartón de bingo
y me preguntó de dónde era.
“De Uruguay”, le dije.
“Habla el español más dulce del mundo”,
me contestó mientras se iba
blandiendo los cartones
como abalorios de la suerte.
A mí, esa noche,
ya no me importó perder o ganar.
Me di cuenta de que estaba enganchada a una lengua
como a una madre,
y que el salón de bingo
era el útero materno.
2.
A tantos quilómetros de distancia
nadie puede permanecer fiel.
Ni el árbol que plantamos
ni el libro abandonado,
ni el perro,
que vive en otra casa.
3. Lo imprescindible
Uno aprende que lo imprescindible
no eran los libros
no eran los discos
no eran los gatos
no eran los paraísos en flor
derramándose en las aceras
ni siquiera la luna grande -blanca-
en las ventanas
no era el mar arribando
su rumia rompedora en el malecón
ni los amigos que ya no se ven
ni las calles de la infancia
ni aquel bar donde hacíamos el amor con la mirada.
Lo imprescindible era otra cosa.
4. Cabina telefónica 1975
El exilio es tener un franco en el bolsillo
y que el teléfono se trague la moneda
y no la suelte
-ni moneda, ni llamada-
en el exacto momento en que nos damos cuenta
de que la cabina no funciona.
5.
Ninguna palabra nunca
ningún discurso
-ni Freud, ni Martí-
sirvió para detener la mano
la máquina
del torturador.
Pero cuando una palabra escrita
en el margen en la página en la pared
sirve para aliviar el dolor de un torturado,
la literatura tiene sentido.
6. Montevideo
Nací en una ciudad triste
de barcos y emigrantes
una ciudad fuera del espacio
suspendida de un malentendido:
un río grande como mar
una llanura desierta como pampa
una pampa gris como cielo.
Nací en una ciudad triste
fuera del mapa
lejana de su continente natural
desplazada del tiempo
como una vieja fotografía
virada al sepia.
Nací en una ciudad triste
de patios con helechos
claraboyas verdes
y el envolvente olor de las glicinas
flores borrachas
flores lilas
Una ciudad
de tangos tristes
viejas prostitutas de dos por cuatro
marineros extraviados
y bares que se llaman City Park.
Y sin embargo
la quise
con un amor desesperado
la ciudad de los imposibles
de los barcos encallados
de las prostitutas que no cobran
de los mendigos que recitan a Baudelaire.
La ciudad que aparece en mis sueños
accesible y lejana al mismo tiempo
la ciudad de los poetas franceses
y los tenderos polacos
los ebanistas gallegos
y los carniceros italianos
Nací en una ciudad triste
suspendida del tiempo
como un sueño inacabado
que se repite siempre.
Partir es siempre partirse en dos
7. El viaje
Quiero acabar este pequeño recopilatorio de poemas de Cristina Peri Rossi con ‘El viaje’, el poema en que más se identifica la incertidumbre previa a la llegada, a ese viaje sin retorno en que todo es negro y desconocido. Ese trayecto durante el que la autora empieza a notar que se rompe y una de las partes se quedará en Montevideo para siempre.
Mi primer viaje
fue el del exilio
quince días de mar
sin parar
la mar constante
la mar antigua
la mar continua
la mar, el mal
Quince días de agua
sin luces de neón
sin calles sin aceras
sin ciudades
sólo la luz
de algún barco en fugitiva
Quince días de mar
e incertidumbre
no sabía adónde iba
no conocía el puerto de destino
sólo sabía aquello que dejaba
Por equipaje
una maleta llena de papeles
y de angustia
los papeles para escribir
la angustia
para vivir con ella
compañera amiga
Nadie te despidió en el puerto de partida
nadie te esperaba en el puerto de llegada
Y las hojas de papel en blanco enmoheciendo
volviéndose amarillas en la maleta
maceradas por el agua de los mares
Desde entonces
tengo el trauma del viajero
si me quedo en la ciudad me angustio
si me voy
tengo miedo de no poder volver
Tiemblo antes de hacer una maleta
-cuánto pesa lo imprescindible-
A veces preferiría marcharme
El espacio me angustia como a los gatos
Partir
es siempre partirse en dos.
No quiero irme sin compartir también algunos poemas de Cristina Peri de sus poemarios “Otra vez eros” (1994) y “Diáspora” (1976) donde la autora toca la temática erotico-amorosa.
Distancia justa
En el amor, y en el boxeo
todo es cuestión de distancia
Si te acercas demasiado me excito
me asusto
me obnubilo digo tonterías
me echo a temblar
pero si estás lejos
sufro entristezco
me desvelo
y escribo poemas.
La pasión
Poema incluido en el poemario “Diáspora” 1976.
Salimos del amor
como de una catástrofe aérea
Habíamos perdido la ropa
los papeles
a mí me faltaba un diente
y a ti la noción del tiempo
¿Era un año largo como un siglo
o un siglo corto como un día?
Por los muebles
por la casa
despojos rotos:
vasos fotos libros deshojados
Éramos los sobrevivientes
de un derrumbe
de un volcán
de las aguas arrebatadas
y nos despedimos con la vaga sensación
de haber sobrevivido
aunque no sabíamos para qué.
Cristina Peri Rossi (Montevideo, 1942). Actualmente reside en Barcelona donde compagina la escritura con colaboraciones en artículos de los periódicos El País y El Mundo.
3 ¡Comentarios!
Rodrigo
07/06/2020 at 00:20Maravilloso!! Gracias por esta selección de poemas de una gran escritora. ¡Tienes muy buen gusto literario!
Marta Vilella
20/10/2020 at 21:08Muchas gracias Rodrigo!!! Ando descubriendo varias poetas y he de compartirlo, espero que disfrutes tu también de sus poemas 💖
rxp
23/01/2021 at 08:10Grandioso, admirable tacto y visión. Felicidades!